En la reunión de Directorio celebrada el pasado jueves 26 de octubre, el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) aprobó el nuevo Reglamento para el Servicio de Radioaficionados de la República Argentina. La norma lleva el Nº 3635-E/2017, fue publicada en el Boletín Oficial Nº 33.746 y entrará en vigencia dentro de noventa días.
Este marco regulatorio llega luego de diecinueve años desde que la Resolución CNC 50/98 fuera promulgada y de concluido el proceso iniciado en octubre de 2016 para la presentación de propuestas y observaciones al anteproyecto.
Durante el acotado lapso transcurrido entre noviembre de 2016 y marzo de 2017, el Radio Club Argentino se planteó como objetivo principal generar una propuesta actualizada, inclusiva y, fundamentalmente, alineada con las normas establecidas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y los principios sustentados por la Unión Internacional de Radioaficionados (IARU). Para abordar la compleja tarea que demandó la construcción de un proyecto de estas características en el contexto dado, a la vez que promover la más amplia participación, nuestra entidad habilitó en Internet una plataforma Wiki. En ella, se formularon los principios rectores y lineamientos que proveyeron de estructura a la propuesta y permitieron alcanzar consensos acerca de los aspectos de la radioafición que entendimos debían ser reglamentados.
Los aportes expresados en el Documento Base presentado ante el ENACOM y publicado en nuestro sitio web, fueron el resultado de un trabajo coordinado por el RCA que contó con la participación de radioclubes y radioaficionados de todo el país. Es estrictamente desde la perspectiva de esa propuesta que realizamos esta primera aproximación al nuevo Reglamento, teniendo en cuenta que el análisis en profundidad de toda nueva normativa demanda tiempo, como así también evaluar los efectos de su aplicación.
El primer tema a destacar es el nuevo Plan de Bandas. El espectro es la sangre vital de la radioafición. Como resultado del trabajo de la IARU y sus Sociedades Miembro desde 1925, los Servicios de Radioaficionados y Radioaficionados por Satélite tienen asignados un determinado número de bandas de frecuencia en todo el espectro radioeléctrico y nuestro objetivo es protegerlas, promover su uso continuo y lograr porciones adicionales para satisfacer sus requerimientos dinámicos en forma permanente.
Luego de años de gestiones realizadas por el Radio Club Argentino, que incluyeron su participación en todas las reuniones preparatorias de las Conferencias Mundiales de Radiocomunicaciones (CMR) desde el año 2007, finalmente el gobierno accede a asignar a los radioaficionados la banda de 630 m desde 472 a 479 kHz (CMR ’12)1, en toda su extensión las de 160 m -1800 a 2000 kHz-, 80 m -3500 a 4000 kHz-, 30 m -10100 a 10150 kHz- (CMR ’07) 2 y la estrella del momento, el último logro de IARU en la CMR ’15, la banda de 60 m en el rango 5351,5 a 5366,5 kHz3,4, ingresando así nuestro país al selecto grupo de países que cuentan con ella. Se observan, en general, adecuaciones en cuanto a la organización interna de las bandas que, aunque conservan el modelo histórico de sectorizado por modo, tienen un claro reflejo en el Plan de Bandas de IARU Región 2 aprobado en la XIX Asamblea General de Viña del Mar en octubre de 2016. Un aspecto importante a considerar es que nos queda como desafío para el futuro próximo, trabajar para lograr la adopción del modelo de sectorizado por ancho de banda promovido por IARU a nivel mundial.
Dos cuestiones de capital importancia, desarrolladas extensamente en la plataforma Wiki, fueron la estructura de categorías y las condiciones de ingreso y ascenso. La reducción de cinco a tres -Novicio, General y Superior- (excluyo como variable de análisis a la Categoría Especial) adhiere a la tendencia que en general se observa en los reglamentos de otros países de la región y del mundo. Las amplias atribuciones de la categoría Novicio permitirán un mayor desarrollo de la actividad en el ámbito local y regional. Introduce un incentivo para la comunicación internacional en las bandas de 20 m y 15 m, restringiéndolas a CW y modos digitales, mientras que la banda de 10 m se le asigna por completo. Las atribuciones de la categoría General son casi totales, apuntando a que el grueso de los radioaficionados pueda alcanzarla. Las mínimas restricciones que se imponen, se asumen al solo efecto de promover el interés por adquirir las competencias necesarias para obtener la categoría mayor. Finalmente, la categoría Superior conserva su nombre, manteniendo la tradición histórica, en el entendimiento de que en ella revistarán aquellos radioaficionados que sobresalgan de la media en términos de conocimientos y competencias. La nueva estructura, asimismo, simplifica las equivalencias a los efectos de los permisos internacionales.
En lo que respecta al ingreso al Servicio y al ascenso de categorías, que se asume deben dar cuenta de los conocimientos, habilidades y conductas adquiridas, se observan la eliminación del requisito obligatorio de recepción auditiva de telegrafía para el ingreso -retirada del Reglamento de Radiocomunicaciones de la UIT por la CMR ’03-, la eliminación del Art. 35 de la norma anterior, que no sólo no satisfacía los preceptos de la Recomendación UIT-R M.1544-1 -conocimientos mínimos deseables que todo radioaficionado debe poseer-, sino que imponía requisitos en muchos casos alejados del verdadero espíritu de la actividad, de difícil cumplimiento y cuestionable valor; la reducción de la edad mínima para la obtención de una licencia a 9 años, la habilitación de instructores de práctica operativa en aquellas localidades donde no existan radioclubes, la práctica operativa en todas las bandas y modos de la Categoría Novicio y la incorporación de la figura de “programas de estudio”.
Hablar de programas de estudio conlleva una esperanza implícita, un desafío mayor que tenemos por delante, que es el de revertir la desafortunada experiencia de años de un banco de preguntas ineficaz que sólo sirvió para probar la buena memoria de los examinados, para que prevalezca de ahora en adelante la idea de construir un camino de adquisición de conocimientos genuinos y significativos para cada categoría. A esto se le suma una cuestión no menor, que será la de realizar las necesarias adecuaciones de los contenidos a enseñar para la franja etaria de 9 a 11 años que se incorpora al reglamento -4º a 6º grados de la escolaridad Primaria Común-, de modo tal que podamos aprovechar todo su potencial.
Complementando todo lo precedente, la incorporación con rango de norma del cumplimiento de las disposiciones, recomendaciones y procedimientos establecidos por la IARU, como así también la adopción de sus documentos sobre ética y práctica operativa como rectores en la materia, además de constituir un reconocimiento expreso de la organización como entidad mundial representativa de los radioaficionados y de la calidad y pertinencia de su trabajo, determina un alineamiento importantísimo de nuestro país en materia de regulación internacional.
En otro orden de cosas, es necesario señalar puntualmente algunos aspectos discutibles del nuevo reglamento. El más notorio de ellos es la inclusión de las figuras de “instituciones autorizadas” e “instituciones reconocidas”, que permaneció inalterada respecto del anteproyecto presentado originalmente por el ENACOM. Por oposición a los radioclubes y grupos de aficionados, ámbitos naturales de promoción y defensa de la actividad, es poco probable que la entrada de estas entidades a nuestra estructura organizacional -ajenas y naturalmente alejadas de la radioafición en sus objetivos fundacionales- vaya a contribuir a su fortalecimiento. Sólo el transcurso del tiempo permitirá evaluar el impacto potencial que pueden producir.
En segundo lugar, emerge la complejización de procedimientos para radioaficionados extranjeros, que supera la de la norma anterior y se aparta de la última resolución de la Conferencia Interamericana de Telecomunicaciones (CITEL) en la materia -Recomendación CITEL PCC.II/REC.53- y de las recomendaciones de la UIT a las administraciones de reducir o eliminar las barreras para el fortalecimiento de la cooperación entre estados.
Los radioaficionados y las emergencias es el gran tema ausente. No se proyectaron prescripciones, más allá de las ya conocidas, que contribuyan a potenciar la capacidad de respuesta de los radioaficionados frente a situaciones de catástrofes, definiciones de roles y funciones ni otros aspectos relacionados con su responsabilidad en eventuales escenarios de estas características.
Ciertamente, hay en esta norma muchos aspectos más para considerar -positivos y discutibles-, que quedan para próximo análisis. En la visión del Radio Club Argentino, la sanción de este nuevo reglamento constituye un avance que debería inaugurar, de parte del ENACOM, un proceso de mejora continua, de evaluación permanente y ajustada de su implementación, que permita perfeccionarlo para avanzar acompañando los desarrollos tecnológicos y las necesidades de la actividad. La dinámica de los tiempos que corren así lo exige.
Entretanto, a seguir trabajando por la radioafición.
A seguir haciendo radio.
73 de LU8ARI
Juan I. Recabeitia
Presidente
presidencia@lu4aa.org
Fuente: Sitio Web del Radio Club Argentino